domingo, 7 de septiembre de 2008

Las DOULAS en el Puerperio

Por Laura Gutman

Decidí desarrollar institucionalmente la profesión de la “doula” para asistir a las mujeres durante el puerperio (según mi punto de vista, los dos primeros años después del nacimiento del bebé), a domicilio.

Lo que intento es integrar al inconsciente colectivo femenino la necesidad de contar con un apoyo maternante exclusivo para el primer período de la aparición del niño. Para ello, organicé un “Equipo de Doulas”, todas profesionales egresadas de la Escuela de Capacitación de Crianza que realizan visitas a domicilio, asistiendo a las madres puérperas en todo lo relativo a la desestructuración emocional acaecida después del parto.

¿Qué cosas tienen que pasar para que una mujer se anime a solicitar una “doula” a domicilio?

Cosas bastantes comunes: por ejemplo, que sea el segundo día en la clínica después del nacimiento del bebé. O cuando regresa a casa después del parto. Cuando cuatro días más tarde el varón retoma su trabajo. Si se siente indefensa o temerosa por nada en especial. Si el bebé llora mucho y no lo puede calmar. Si tiene cualquier tipo de inconvenientes con los pechos. Si tiene ganas de llorar. Si se siente desconectada e irritable con el bebé. Si se siente sola. Si no sabe a quién hacerle preguntas. Si se angustia. Si no encuentra recursos para sentarse a jugar con sus hijos mayores. Si se culpa por no estar haciéndolo bien. Si está desbordada. Obviamente, si tiene mellizos o trillizos (incluso si cuenta con una nurse, o varias). Si el día es muy largo estando sola. Si no tiene interlocutores que den crédito a sus percepciones. Si los hijos mayores la reclaman desmedidamente cuando se ocupa del bebé. Si las noches se parecen al infierno. Si le diagnosticaron una depresión puerperal. Si las personas que la quieren le recomiendan que retome rápidamente su trabajo para “ponerse bien”. Si el marido llega cada vez más tarde a casa. Si sencillamente está deprimida.

Ahora bien, desde que el mundo es mundo, las mujeres han parido y criado hijos sin “doulas”, y casi todas sobrevivieron. ¿Acaso hay mujeres tan ineptas que sin “doulas” no son capaces de hacer las cosas correctamente? ¿Por qué serían acreedoras de tanto lujo?

En los umbrales del siglo XXI, las mujeres exitosas o simplemente inteligentes creemos disponer de recursos suficientes para atender a un bebé. Cuanto más vivamos en el mundo “yang”, más desértico nos resulta el mundo “yin”. Por eso, una “doula” a domicilio no es un lujo, es una prioridad que todas las mujeres merecemos, ya que un niño pequeño depende del equilibrio emocional de su madre. A lo largo de la historia, las mujeres hemos construido sostenes posibles que nos garantizan suficiente sostén para la crianza de los niños. Ingresar con comodidad en el mundo externo no nos facilita la fusión ni la comprensión de los mundo sutiles. En realidad, estamos más huérfanas que nuestras abuelas en muchos casos. Si bien cada mujer reacciona en forma diferente durante el puerperio, una mujer bien sostenida está en mejores condiciones de sostener a su bebé.

La “doula” interpreta la experiencia interior de cada madre, avalando todos los cambios invisibles y traduciendo al lenguaje corriente la experiencia del puerperio. No se trata de ayudar con el bebé, ni de ofrecer buenos consejos, sino de acompañar la zambullida en el universo “yin”.

Desde ya, también espero que el oficio de “doula” ingrese en el inconsciente colectivo femenino. Que las mujeres “sepamos” después de parir que merecemos naturalmente llamar y solicitar una “doula” a domicilio, para que nos abra las puertas de los Misterios de la Maternidad y despierte en nosotras la intuición ancestral, la sabiduría y el regocijo de la transformación.

La “doula” representa de esta manera al arquetipo de “La Gran Madre”. Su principal función es la de maternar a la madre para que, entonces, pueda maternar a su hijo. Creo que las “doulas” como institución, pueden convertirse en un sostén fundamental para las mujeres del siglo XXI.

Extraído del libro PURPERIOS Y OTRAS EXPLORACIONES DEL ALMA FEMENINA, pág. 113, Capítulo 5 - Las "Doulas"

3 comentarios:

Silvia Gándara dijo...

Qué maravilloso papel desempeñais!
Yo he sido madre hace casi 2 años y tras un embarazo muy complicado y un parto del que prefiero no hablar, siempre piensas que después todo va a ser maravilloso, pero las dudas, los temores y el cansancio a veces no te permiten disfrutar de ese pequeño que es el amor de tu vida.

Laura Perriello (doula) dijo...

VIVI!! hermosa! estoy participando en un blog, el de mónica, familialibre, vine tipo de shoping a ver qué me llevo pa´difundir. Un abrazón y gracias!

Vivi Briongos dijo...

Un placer Lali! Mandale besos a Moni!

Besito!